Megalitismo

Una de las cosas que llama poderosamente la atención y que tradicionalmente han estado envueltas en un halo de misterio, es la abundancia -siempre relativa-, sobre el terreno, de huellas de nuestros antepasados prehistóricos en forma de monumentos de piedra o megalíticos, es decir: dólmenes, túmulos, crónlechs y menhires. Son propios de una cultura pastoril (Neolítico final-Eneolítico y Bronce Medio) y se utilizaban como enterramientos, excepto en el caso de los menhires, cuya función exacta se desconoce.

La zona más rica es el entorno de la sierra de Aralar, que, con sus 44 dólmenes y 1 menhir en territorio navarro, constituye uno de los más importantes sectores dolménicos de la Península Ibérica. Pero también podemos encontrarnos inopinadamente en cualquiera de nuestros paseos con estos enterramientos o huellas prehistóricas, en alguna de las citadas modalidades de megalitismo -exceptuando los crónlechs-, ya que también se consideran sectores dolménicos con entidad propia los de Araitz, Aritz-Ireber (Beruete, Uitzi y Leitza), Gorriti-Uitzi, Basaburua y Ultzama, que suman entre todos ellos otros 26 dólmenes y túmulos.

Como su mismo nombre indica, los túmulos son grandes montones de piedras, con varios metros de diámetro. Suelen ir acompañados de dólmenes en su cima, aunque a veces éstos han desaparecido o apenas quedan algunos restos. Otras veces lo que casi ha desaparecido es el túmulo o éste es inexistente y lo que queda a la vista son las construcciones de grandes piedras, a modo de cabañas -casas de brujas según la creencia popular durante mucho tiempo-, generalmente tres verticales y una más grande, horizontal, que hace de cubierta.

No se encuentran crónlechs -círculos de piedras- en nuestra zona y apenas menhires -grandes piedras hincadas en la tierra-. Sólo se conoce uno en el valle de Ata, el menhir llamado Erroldan Arriya, porque la tradición dice que fue lanzado desde el Santuario de San Miguel por el mítico Roldán contra el pueblo de Madotz, pero se enredó con el manto y el lanzamiento se quedó corto.